Sé de un lugar

Al final, Béré y Simón lo han dejado. Quizás angustiado por la ruptura, parece que él no sale de casa ni para ir a comprar, ya que contrata a un vecino indio que lo haga por él, Shahrukh. En cambio, ella aprovecha su recuperada independencia para salir al mundo, viajar y experimentar con amantes de ambos sexos. Sin embargo, encuentra tiempo para visitar a Simón de vez en cuando, preocupada por su aislamiento progresivo. Pasan los meses y Simón no parece decidirse a salir al exterior.

Pese a encontrarse en dos lugares vitales totalmente antagónicos, los dos personajes intentan mantener una relación más allá de su fracasada historia de amor, una pretensión quizás contra-natura. O puede que no.

Sé de un lugar plantea una pregunta que todos nos hemos hecho al menos una vez en la vida: ¿es posible el amor después del amor?